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1'5 - ¡Quémalo! |
¡Buah!
Mother of God! ¡Qué churro de libro! En serio, me entran ganas de editar la reseña de
Diez negritos de Agatha Christie, y poner que es el mejor libro de misterio del mundo mundial. Con competencia como ésta no me extrañaría que fuese verdad.
Colgado en tus manos (colgado, ¿eh?, no colgando) tiene la culpa de que
esta mierda de canción lleve una semana sonando en mi cabeza.
No entiendo porqué le pusieron ese título al libro si en inglés se llama
Lullaby, que significa
nana/canción de cuna. Terminé de leer el libro y seguí sin saber lo que había colgado en las manos de nadie
(como no fuesen los vasos de vodka que se pimplaba la protagonista). Y, bueno, la sinopsis porque no os la he puesto completa, sino os leéis la novela entera en tres párrafos
(que digo yo, ¿tan difícil es hacer una sinopsis decente?).
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Y no hablamos de la traducción de la novela porque sino lloro. |
El libro va de lo que dice: de una
chica (me niego a llamarla señora con 27 años) que lo pasa
muy mal porque le roban al
niño. Lo de que el marido desaparezca y le den una paliza
(porque la sinopsis te cuenta que lo encuentran, aunque yo no lo haya puesto ahí), lo lleva mejor.
Jessica, que así se llama la protagonista, no es santo de mi devoción. Entiendo su frustración por el secuestro de su bebé, pero su personaje me parece una
Mary Sue perdida en un libro de misterio. Todos los tíos que
valen la pena en el libro se enamoran de ella. ¡Toma ya! ¿Se puede tener tanta suerte? No sólo consigue atraer la atención de
su jefe un día que la ve en enaguas
(¿quien se pone eso debajo de un vestido en verano, por dios?) de noche en la oficina, sino que consiguen quedar una segunda vez y lo hacen tan salvajemente que ella
se queda preñada.
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Me moría por poner este gif. |
Nuestra chica con complejo de Electra, Jessica, decide que
no quiere tenerlo y queda con
Mickey (su jefe se llama así, que no lo he dicho antes) para cenar en un restaurante y contárselo. Y él le monta un
pifostio diciéndole que cómo es así, que primero su ex-mujer y ahora ella quieren prohibirle cumplir su sueño: tener una familia. Y claro, ante semejante
chantaje emocional, pues ella
accede a tenerlo
(porque ella tiene una personalidad fuerte, como dicen sus amigos del libro, y no se deja doblegar, por supuesto). Y él le pide que se case con ella para hacer las cosas
bien, y poder llevársela a su mansión y comprarle coches y cuadros caros
(a mí esta historia de amor me sonaba mucho a las novelas de Megan Maxwell o a Cincuenta sombras de Grey...). Sólo le falta un mejor amigo gay estereotipado en vez de una mejor amiga negra estereotipada para que su vida sea redonda.
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Esto está aquí porque me hace gracia y porque el libro va de bebés. |
Después de tener al bebé, a Jessica le da
depresión posparto porque su marido decide que ella debe quedarse en casa para criar al niño
(y olé). Pero como Mickey sólo quiere que su nueva mujer esté a gusto con la vida cual Martina Klein en un anuncio de Nestlé, la deja volver al trabajo y contratan una
au pair francesa que es un putón.
Por lo visto
el señor Grey Mickey, además de ser un jefazo serio, buenorro, forrado
y un dios del sexo, también es un
bocazas y le va contando a quien quiera escucharle
(la au pair y su ex-mujer, una diosa vikinga noruega), que su nueva mujer no da pie con bola con el niño. Así que todo el mundo considera a Jessica
una mala madre porque está amargada y un día se le resbaló el bebé. Básicamente ésta va a ser la razón por la que le secuestren al niño: porque creen que es una
inepta (no para sacarle los órganos ni para venderlo en el mercado negro, simplemente la secuestradora considera que ella es mejor progenitora y punto; un quita que ya lo hago, que es muy de madre).
Aquí le estaréis empezando a coger cariñico a Jessica por ser una madre primeriza incomprendida. No, no se lo cojáis. No merece la pena, en serio. Su personaje es
exasperante. Que si fuese sólo que vive desesperada porque su niño no está, lo entiendo, pero esos arranques en los que
le pica el pepe va a saco a por un
macho NO. Primero se tira
(o lo intenta, no me quedó claro) a
su marido recién despertado del
coma en la UCI, porque su relación se basa en el deseo y en lo bueno que está hasta recién
apalea'o. Y luego le tira al
poli que lleva su caso. ¡AL POLI! ¡¿Pero me puede explicar alguien por qué?! Lo peor no es que a ella le mole el policía porque le parece un hombre que ofrecería seguridad a su vida
(no como con su marido, que sólo le ofrece sexo, dinero y preocupaciones porque se ve gorda después del parto), ¡sino que el policía
le corresponde! ¿En qué mundo un policía se enamora de una tía histérica porque le han secuestrado al niño?
Pero todavía no os he contado lo mejor. Jessica viene de una familia de los bajos fondos
(del Almanjayar de Granáh Sity, vamos). A su
padre (con quien estaba muy unido, claro) lo metieron en la
cárcel por hacer de chófer de atracadores de bancos y se murió de
cáncer de pulmón al rato de que le diesen el permiso para palmar en el hospital. Su
hermano (con quien también estaba muy unido, porque, claro, su madre y su hermana no molaban tanto como los hombres) se convirtió en un
drogadicto bala perdida al entrar en la adolescencia
(por si no había suficiente drama ya en el libro con lo del secuestro y tal). Y luego, a parte, traumas que tenga con sus exs. Así que su pasado con los hombres le persigue todo el rato y, según ella, es responsable de que acabase con
Grey Mickey. Ajá.
El
hermano, después de su adolescencia como drogadicto, pues coge y se pira
(previo robo de joyas y monedicas sueltas que encuentra por la casa) a picarse la vena por el mundo. Pero, fíjate tú que casualidad,
vuelve ahora cuando le han secuestrado el crío a su hermana. Estaréis pensado: "ya está, lo va a vender en el mercado negro para poder seguir comprando coca". No, tranquilos, este personaje está sólo para despistar y para darle la oportunidad a un
mafioso para que casi viole a Jessica
(otro trauma más) mientras ella juega a los detectives. Que no os lo he dicho en el párrafo de antes, pero a la protagonista
casi la violó un policía que llevaba el caso de su padre y por eso ahora no confía en la poli y
no le pone nada de nada el que investiga el caso de su niño
(guiño, guiño).
Hablando en plata, la trama del hermano es
RELLENO. Relleno a tope, metido a presión, porque sí, para despistar. Te dan ganas de cortar con unas tijeras esas partes del libro. Y lo de que la madre viva en España y sólo vuelva para ver al niño de sus ojos y no para ayudar a encontrar a su nieto para demostrar lo poco que la quiere... Buaf, la guinda del pastel. Como reafirmando que la protagonista se refugia en los brazos de los hombres porque su madre nunca la ha querido como a su padre y a su hermano. Y yo:
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¿Cómor? |
Sé que la reseña me está quedando confusa
de cojones, pero es que el libro es igual. Y bastante
sexista. Sólo hay que leer el final y descubrir quién es
la secuestradora (que fijo que NADIE se lo imaginaba).
SPOILER Pues sí, la ex-mujer. ¿Por qué? Porque no puede tener hijos (la operaron), y esa era la aspiración máxima de Mickey en la vida, y ella está dispuesta a todo para volver con él a pesar de que él la dejase porque no podía darle hijos y no quería uno adoptado porque no es lo mismo. Ajá. Pero como dije antes, no se plantea lo del secuestro hasta que no escucha a su ex-marido rajar de su actual mujer en una conversación post-coito. Y la niñera se apunta porque es francesa y piensa que la protagonista es imbécil (que yo la entiendo). Lo mejor es que la ex-mujer se suicida al entregarle al niño porque se da cuenta de que, a pesar de ser inteligente, guapa y rica, no es suficiente para vivir en este mundo ya que no puede tener hijos propios (mujeres estériles del mundo suicidaros, que no servís como mujeres ni como seres humanos; palabra de Claire Seeber). FIN SPOILER Lo mejor es el último capítulo, donde te explican los
agujeros de la trama
(más bien no) y tú te quedas en plan:
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A la mierda esta cosa ya, por dios. |
En resumen, el libro
me ha cabreado muchísimo. Intenta hacer que sea una historia de detectives y no. Es un
Cincuenta sombras de Grey sin sexo y con mucha tontería encima, con personajes estereotipados a muerte, con tramas que no van a ningún lado
(relleno a full) y con una protagonista tonta.
Combustible para las hogueras del día de la Candelaria.
Adaptación cinematográfica:
Gracias a Libros.com por el ejemplar
(¿conque sabías mis gustos, eh, Miguel?)